Si se vieran los títulos de las entradas, este post se llamaría "La fofa y patosa Sofis meets: The Gym" (?)
Resulta que tengo una patología llamada
rodillastorciditis. Ok, no es ninguna patología, tengo las rodillas para adentro, torciditas. Y encima las patas huesudas. Hace unos días, mi papá consiguió su objetivo en la vida: que yo accediera a anotarme en un gimnasio (?). Así ejercito las patitas y las pongo duritas (o_o) y poderosas.
Lo bueno es que está a 2 cuadras y media de mi casa (créanme que por como volví hoy de muerta, me vino bien estar tan cerca). El entrenador (que está todo el día, todos los días; debe vivir ahí o.o) es, como es de esperar, grandote-grandote, pero así como re felíz y atolondrado, cosa que prefiero antes que un loco creído y machote con el que pase todavía más vergüenza :)
Hoy fui por segunda vez, las dos veces a las 4 y algo de la tarde, y vuelvo a casita como 40 minutos después. Llego, dejo mi carnetito en la "recepción" y busco al profe (casi siempre está ahí mismo charlando sobre algo con la recepcionista o cualquier persona; habla hasta por los codos) para que me diga la rutinita del día. Las dos veces empecé con la bici fija para "calentar", juas. Hago diez minutos y mientras miro la tele que está ahí colgada. Tienen siempre prendido un canal de noticias, cosa que no me molesta, lo malo es que está en MUDO y lo que escuchás es la música de ambiente del gimnasio (que por supuesto son canciones así de chetos,
punchi punchi). Boá. Después lo busco al tipo otra vez y aquí el típico diálogo cada vez que termino algo:
Profe: "¿Listo?"
Yo: *no, todavía estoy ahí sentada* "Ajá =D"
Profe: "Okay, vamos a hacer esto..."
Y me lleva, me muestra cómo usar la maquinita, yo asiento como esos
perritos que se ponen en los autos y me abandona diciéndome cuántas veces lo tengo que hacer o por cuánto tiempo.
De nuevo, termino, lo voy a buscar, se repite el diálogo y hoy fue así hasta que llega un momento que lo voy a buscar con las piernitas temblando como gelatina:
Profe: "¿Listo?"
Yo: "... Ajá... Tengo las piernas duuuras!"
Profe: *me mira* "Vení, acompañame que vamos a hacer esto..."
Yo: "Okay..." *momento awkward de los dos recorriendo todo el gimnasio hasta la máquina, él caminando todo derechito y poderosho y yo tropezándome con los desniveles del piso y con las piernas temblando*
Profe: "¿Cómo van esas piernas?"
Yo: "... Eh... Las tengo duras."
Profe: "¡Claro, eso quiere decir que las empezaste a mover!"
Yo: "Ejejejeje." *otro momento awkward en el que varios chicos flacuchos con cara de yo-macho me miran graciosamente*
Y acá viene la máquina que no entendí y no me quiso.
Gracias, Google.
La del gimnasio mío tenía dos manijitas a los costados que yo tenía que destrabar y trabar mientras hacía el ejercicio (tenía que apoyar la espalda ahí, los pies en la plataforma esa y empujar arriba y abajo). Pero las manijitas a mí no me daban pelota y yo tiraba, ¿vieron? Y todos me miraban y yo "ejejejeje no puedo, no me quiere esto, ejejeje" y el profe: "¿Le saco un poco de peso?" (como si tuviera algo que ver) y yo: "ejej... okay...". Le saca peso y otra vez yo tirando de las manijitas.
Profe: "........ okay, vamos a hacer otra cosa" y yo: "awww, bueno, ejejeje". Les juro que me sentí una pelotuda atómica.
Después me llevó frente a un espejo y sacó dos pesas (imagínense mi cara) y he aquí el ejercicio:
Hagan de cuenta que el negro musculoso soy yo, por mucho que cueste.
Y entonces probé ir para abajo, pero me caía y me daba las rodillitas contra el piso.
Profe: "¿Mucho peso?"
Yo: "Ehm... sí, no sé."
Profe: *me saca las pesitas* "Ponete las manos en la cintura*
Yo: *lo hago y me siento como las salames que enseñan aeróbic en Utilísima* "Ya, ejejeje."
Y ahí se borró otra vez y yo pretendí hacer las 3 series de 10 que me había mandado por cada pierna, mientras una loca medio gato levantaba pesas más grandes que ella y me miraba como "Já, novata." (?) Por el espejo también veía a un pendejo mirándome el culo así O_O (cuando llegué a casa me fijé si tenía un agujero en el traste del pantalón).
Al final usé una máquina que creo que se llama escaladora:
Mientras usaba la máquina, apareció de la nada una mini abuelita (pero mini-mini, eh?), toda encorvadita que seguro era más elástica y atlética que yo. Se subió a la bici fija, y un poco más y no llegaba a los pedales.
Como el tipo me había dicho que después de eso "me liberaba", terminé, agarré mi camperita inflable, mi carnet de la mesada y salí corriendo. Bah, digo "salir corriendo" y no podía ni mover las piernas. Nunca caminé tan deforme en mi vida. Si hubiera tenido que escapar de un chorro, no hubiera podido.
En fin, el finde descanso y el lunes de nuevo a sufrir. Odio tener rutinas, lo odio mucho.
Otras máquinas que usé hasta ahora: *música punchi punchi de fondo*